¿Está en Crisis la familia?
Esta pregunta se puede abordar desde dos puntos de vista. Una primera respuesta sería sí, está en crisis, ya que los indicadores demográficos y estadísticos apuntan claramente en esta dirección, con un descenso del número de matrimonios de 104.000 en 1989 a 38.000 el 2005, y de nacimientos, con una tasa de tan solo 1.9 hijos por mujer, además del aumento de las separaciones y de los hogares uniparentales, entre otros.
Sin embargo, si se observan las encuestas realizadas en los últimos años y, más recientemente durante los meses recién pasados, en relación con las aspiraciones y satisfacciones de los chilenos acerca de la familia, esta institución sale muy bien valorada, y es considerada por lejos como el lugar donde se confía y se es feliz. De acuerdo a la última encuesta mundial de valores, el 90% de los chilenos señala que la familia es muy importante en su vida. 1
Por otra parte, el 71% de ellos señala que la vida familiar es lo que les da mayor satisfacción siendo prioridad, muy por encima de los otros aspectos . Más aún, en el caso de los jóvenes existe una alta aspiración a construir familia, y señalan que formarla es el principal elemento de apoyo a la felicidad . Desde esta perspectiva la familia no está en crisis.
¿Cómo pueden explicarse estas dos situaciones aparentemente contradictorias?
Una aproximación a esta respuesta puede estar dada por el hecho de que los cambios en la estructura familiar se han producido en un período corto de tiempo, pero de una manera muy drástica, donde un proceso que en la mayoría de los países se fue produciendo de manera más paulatina, en Chile se ha realizado en 20 ó 15 años e incluso menos tiempo.
Este cambio brusco produce mucho desconcierto y no permite que las políticas públicas, por una parte, y la sociedad, por otra, procesen adecuadamente los costos y beneficios de él.
Es precisamente esta coyuntura la que debe ser aprovechada, ya que la sociedad está, correctamente a nuestro entender, buscando una forma de vivir y ser feliz en la institución que tradicional y empíricamente ha demostrado ser la que entrega de mejor forma garantías de seguridad, confianza y, en último término, felicidad: la familia.
Por encontrarse Chile en un momento clave en torno al tipo de sociedad que estamos construyendo y pensando en las futuras generaciones, el Estado y la propia sociedad deben actuar fomentando la institución familiar, procurando la presencia no sólo física sino que formativa y amorosa de ambos padres, con una colaboración entre ellos más que la búsqueda de distintos modelos de convivencia, y relaciones familiares donde se prioriza el individualismo y la satisfacción personal por sobre el proyecto común.
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1 Estudio Mundial de Valores 2006, Diario La Tercera, 29 de septiembre de 2006.
2
Cimagroup, La Felicidad de los chilenos año 2006.
3
Injuv, Encuesta.
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